No le sigas los pasos al destino,
no juegues las cartas sin apostar,
no te decepciones cuando las cosas no dan.
El mañana es el hogar del "ojalá".
Siempre habrá un mañana,
siempre se puede empezar,
siempre se encuentra a alguien
que cambie la rutina sin avisar.
Nunca te faltará un amigo,
nunca una oportunidad,
nunca te olvides de que vale la pena arriesgar,
ya que, sólo así, se llega a ganar.
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