sábado, 31 de diciembre de 2011

Ella sabe de falsas promesas, de engaño y llanto sin amaparo. De marcas, bebidas y salidas a lugares caros, los dos lados de la vida y sabe sufrir riendo. Ella vive ardiendo pero de frialdad se viste. Tiene la fuerza de cientos, y la mirada de una niña. Ella resiste, se controla acompañandose a si misma. Se aprendio el todo o nada y a luchar codo con codo. Fingio no ser brillante como un diamante enterrado en el lodo, sabe de apodos y de
modas al detalle.  Sabe hacer que quien la conozca, nunca olvide su nombre, y conose mil secretos para enloquecer a un hombre. Nadie sabe de donde, cuando y cuanto puede florecer su amor. De indiferencia hizo su escudo protector. Se comporta segun la situacion
y el contexto, porque porta mascaras y siempre avansa tras un plan maestro. Lo cierto es que nadie sabe cuantas lagrimas derrama. Nadie sabe cuan tierna y dulce puede ser cuando ama. Ninguno en el teatro de su vida comprendio la trama. La miran solo para ver el horizonte de su cama. Princesita de un reino de acusaciones y cerrojos, porque lo esencial es invisible a los ojos. Todos cuentan su historia y nadie sabe, las miradas no rompen las barreras del maquillaje. La flor que en el jardín con veneno estan regando. Su diario solo guarda paginas en blanco, su apariencia y su interior no compaginan. Ella se conoce la sociedad se la imagina. Ella tiene un corazón y de pasion un mar. Una parte del alma vacia, y la otra parte de mucho para dar, una forma propia de besar, mal humor a veces con un lugar para el dolor y un mundo al que no pertenece. Ella parese ser feliz hasta que se estrella con la realidad, y se da cuenta que solo se tiene a ella. La niña mujer que aprendió todo, menos perder la esperanza.

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